Discurso: “El descanso como acto de resistencia”

¿Cuál es su definición de un día bien aprovechado? ¿Haber hecho muchas cosas sin parar?

Todos sabemos que vivimos en una época donde la prisa parece ser la norma y el descanso, una excepción. Se nos ha hecho creer que el “valor” de un día se mide por cuántas cosas se logran, cuántas horas trabaja o qué tan productiva es. Pero hoy quiero invitarlos a reflexionar 3 ideas acerca de esto:

1. El descanso no es pereza, es una oportunidad de contemplación

Descansar es un acto de resistencia, somos nosotros resistiendo frente a un sistema que nos empuja a creer que siempre debemos estar ocupados o que detenerse es fracasar. Cuando en realidad, pausar es conectar, recargar, y una invitación a contemplar. Pausar en nuestro día es disfrutar que somos seres mortales, limitados, pero dueños de nuestro tiempo.

Como lo planteaba Séneca en su libro “De la brevedad de la vida” cuando somos conscientes de como usamos cada uno de nuestros días para reflexionar ¿Con quien estamos compartiendo nuestras horas, a que información le damos nuestra atención, estamos yendo hacia donde queremos ir? Pausar para respondernos esto suma a nuestra vida y nos da la oportunidad de volvernos mas plenos.

 

2. Descansar para decidir

¿Se han fijado que todo lo saludable es difícil? Despertarse temprano para meditar es difícil, planificar nuestras comidas de manera adelantada para comer saludable es difícil, hacer tiempo para nuestras responsabilidades, trabajos, estudios y nuestros seres queridos, mantener hábitos, todo es difícil y es que el estrés tiene una habilidad especial para convencernos de que todo es urgente y nos distrae de lo importante. Aprender a detenernos y observar nuestras prioridades puede darnos claridad para decidir. Decir “no” a lo urgente para decir “sí” a lo importante, como nuestra salud mental, nuestras relaciones y nuestro bienestar, es un acto de valentía. Vivir mal es fácil, vivir bien es difícil.

No hemos venido a este plano para ser reconocido por otros o a comparar nuestros caminos, cada experiencia de vida es única e incomparable, así que atrevámonos a vivir una vida que nos guste, donde podamos parar 10 minutos a estar con nosotros mismos en silencio, para disfrutar, aunque eso signifique poner la alarma unos minutos antes, pero haciendo eso difícil, estamos empezando a decidir, empezamos a incluir el descanso consciente como parte de nuestra vida.

 

3. Descansar para saber ponernos límites

Los límites no son muros que nos aíslan; son puertas que nos protegen. Decir “hasta aquí” no significa que seamos menos capaces o comprometidos, sino que entendemos que para dar lo mejor de nosotros a los demás, primero debemos estar bien con nosotros mismos.

Un cuerpo agotado no puede sostener una mente llena de sueños y descansar a tiempo puede ser la clave que evite que nos rindamos antes de llegar.

Descansar es estar en paz con el tiempo y por consecuencia con la vida misma.

Hoy, les invito a resistir ese modo de vida capitalista de velocidad y productividad constante, incluyendo pequeños momentos de descanso. Que nos hagan recordar que somos dueños de nuestra vida, donde podamos escuchar a nuestro cuerpo, respetar nuestros límites y darnos el permiso de disfrutar.

Descansar no es detenerse; es pausar para avanzar con propósito y paz.

Muchas gracias

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